El Accidente en el Helicóptero y mi paso por CARACOL
- Jimmy Garcia Camargo
- 6 nov 2020
- 7 Min. de lectura
Actualizado: 13 nov 2020
Se llevaba a cabo la última etapa de la Vuelta a Colombia en el Autódromo Ricardo Mejía de Bogotá, los pedalistas llevaban una hora recorriendo el circuito y como era lógico, RCN cubría el evento con todo su equipo técnico y deportivo.

Decidimos incluir el helicóptero que se usaba para dar informes sobre el tráfico de Bogotá y así transmitir desde las alturas, siguiendo paso a paso la competición. Yo conocía esta aeronave, dado que el día anterior había volado a Medellín desde Bogotá. Tuvimos algunos contratiempos climáticos, pero nada que pusiera en peligro nuestra integridad. Así que se me ocurrió en ese momento que nuestro gran animador Fernando González Pacheco, quien tenía cierta vinculación con RCN, hiciera parte de los comentaristas en el aire y diera una vuelta en el helicóptero, narrando todo lo que veía durante el desarrollo de la etapa. Me acerqué a Pacheco y le comenté la idea. Él aceptó diciendo:
-Ok Jimmy, yo voy si tú me acompañas-

A Pacheco le quedaba media hora libre antes de comenzar su programa, por lo cual teníamos el tiempo suficiente para dar un pequeño informe desde el aire y por tal motivo acepté acompañarlo, invitando de paso al locutor de la emisora de RCN en Medellín, Iván Zapata. Nos subimos Fernando González Pacheco, Iván Zapata y yo. El helicóptero iba comandado por el piloto Luis Bedoya.
Ya estando dentro de la aeronave, nos ubicamos de esta forma: Pacheco y yo en las dos sillas de atrás y en la parte de adelante, Iván Zapata y el piloto.
El helicóptero despega e intenta ubicarse por encima de la calzada donde corrían los ciclistas, cuando de un momento a otro sentimos que el helicóptero giraba sobre su propio eje dando vueltas sin un rumbo determinado. En ese instante pensé que la idea del piloto era hacer un estacionario (estacionario es cuando el helicóptero mantiene una sola posición en el aire), sin embargo Pacheco me miraba como preguntándome si esa maniobra era normal, dado que hasta el momento no teníamos miedo alguno.
De repente notamos que el piloto, con movimientos bastante desesperados estaba intentando aterrizar y además que el comportamiento del helicóptero no era normal. Aparentemente el piloto pretendía salirse de la calzada donde pasaban los ciclistas y buscar algún terreno abierto donde pudiera controlar la aeronave. Por fortuna en el autódromo había zonas de pasto que lo bordeaban.
En medio de esa inusual maniobra y ya teniendo claro que el helicóptero estaba descendiendo rápidamente, sentimos un golpe seco, seguido de un balanceo lento hacia atrás. Las puertas del helicóptero se abrieron, por lo que nos dimos cuenta que ya habíamos aterrizado y pensé que era el momento de bajar de la aeronave y salir corriendo. Todo esto lo sentí, como si ocurriera en pocos segundos, pero al aterrizar noté que ya las ambulancias, los carros de los medios de comunicación y los espectadores estaban muy cerca a nosotros, prestos a ayudarnos.

Fue ahí, cuando el pánico se apoderó de nosotros y entendimos la magnitud del accidente, lo que nos motivó a saltar y correr lo más lejos posible para ponernos a salvo. Solo atinábamos a decir en tono de agradecimiento: NOS SALVAMOS.
Después se acercó la gente contándonos aterrados lo sucedido, nos narraban con detalle, que el helicóptero caiga rápidamente como un piano, y que pensaban que el final iba a ser catastrófico.
Este episodio de mi vida, aunque fue muy duro en ese instante, me hace pensar que el destino nos tiene trazados un camino, que por más que tengamos momentos desconcertantes en la vida, si hemos de seguir viviéndola es porque todo tiene una razón de ser.

Detalles en mi paso por CARACOL
Después de haber pasado por la gerencia de radio en TODELAR Y RCN, acepté la invitación para trabajar en CARACOL, otra de las grandes cadenas de radio en Colombia; me pareció interesante cambiar un poco la rutina radial y volver al cargo donde también tuve éxito: la GERENCIA COMERCIAL.

Me encontré de nuevo con un personaje que admiraba y respetaba: don JESUS ALVAREZ BOTERO quien en ese momento era vicepresidente de CARACOL y lógicamente encontré un ambiente maravilloso, de gran señorío y de mucho respeto en todo lo relacionado con las actividades manejadas por sus ejecutivos; todo esto debido a la influencia y experiencia del presidente: don FERNANDO LONDOÑO HENAO. De él aprendí muchas cosas que complementaban mis experiencias de radio, con otras empresas.
Como duré muchos años en TODELAR, mi nombre giraba en torno a ese nombre y esa imagen, recuerdo que en alguna oportunidad, fuimos con Don Jesús a una agencia de publicidad, de la cual nos llamaron para discutir el presupuesto publicitario de un gran producto. Al sentarnos a la mesa, el jefe de MEDIOS comenzó la reunión mostrándonos cuál era el interés de su cliente y dijo:
- don Jimmy conoce muy bien estos aspectos-
Y comenzó a enumerar algunos, casi en detalle.
Don Jesús me miraba extrañado al oír los detalles de esas campañas, por lo que yo sorprendido, le dije al jefe de medios:
-¿por qué dice usted que yo conozco aspectos de lo que vamos a tratar en esta reunión?-
Él me responde:
-don Jimmy, ¿luego usted no viene en representación de TODELAR?-
Rápidamente le respondí:
-Yo no trabajo con Todelar desde hace un tiempo, ahora estoy en la GERENCIA COMERCIAL DE CARACOL.
Este tipo de confusiones se presentaban muy a menudo, dado que aún conservaba la imagen de ser representante de Todelar, la cual me había quedado, después de tantos años en este medio radial.
Otro dato interesante me pasó al llegar a la gerencia comercial de CARACOL. Me entregaron carnets como socio de prestigiosos clubes en Colombia: El Club de Ejecutivos, El Club Militar, El Club del Puente en Girardot y otros que no recuerdo en este momento, para manejar las relaciones públicas de CARACOL, esto para mí era novedoso. Me sentí muy bien, porque dada la experiencia de conocer el manejo de la publicidad por agencias o por clientes directos y a la facilidad que siempre he tenido para ser un muy buen “Copy” (redactor creativo), en muchos casos ayudaba con ideas y textos que complementaban las campañas de los clientes.

También recuerdo, que un día tomando el ascensor, en el edificio de CARACOL, don FERNANDO LONDOÑO me dijo:
-usted que estaba trabajando con Todelar, cuénteme cómo manejan ellos los descuentos y las tarifas de las emisoras.
Le Respondí:
-don Fernando, cuando salí de Todelar, perdí la memoria y ahora solo tengo memoria para CARACOL.
Don Fernando me felicitó diciéndome:
-¡eso se llama honestidad y profesionalismo!
Igualmente, en alguna oportunidad viajé a Nueva York y allí me encontré con Don Fernando Londoño, quien como yo, estaba tratando aspectos de Radio; él gentilmente nos invitó a algunos de los ejecutivos que estábamos en la convención, a un almuerzo que tenía algo especial: él mismo lo había preparado. Cerró el restaurante, atendió a sus invitados y nos deleitó con sus platos exquisitos. Don Fernando, era un chef maravilloso, además era miembro de la Asociación Colombiana de Chefs, y en otros países era reconocido como gran gourmet.
Don Fernando Londoño, fue un gran Club-man, no había reunión social importante donde no estuviera y siempre con registro en medios periodísticos. Recuerdo que siendo aun gerente de Todelar, me invitaron al coctel de bienvenida al presidente Chileno en el GUN CLUB, uno de los sitios más exclusivos de Bogotá. Al llegar al salón principal, no conocía a nadie, ya que la mayoría eran Embajadores, ex presidentes y representantes de la sociedad capitalina, lo que me hacía sentir un poco incómodo, dada la calidad de personajes que asistieron a esa reunión. Cuando llegó Don Fernando Londoño, después del saludo, me dijo:
-¿por qué tan solo?
Le respondí:
-Es que casi no conozco a nadie.
A lo que el replica:
-Camine conmigo-
Comenzó a presentarme como el Presidente de Todelar, dándome una categoría mayor a la que yo tenía y haciéndome sentir parte de esta reunión tan prestigiosa.
Este gesto, venido del presidente de la competencia, me mostró la calidad humana de DON FERNANDO LONDOÑO HENAO.

Otro detalle interesante, fue cuando me llamó el vicepresidente de CARACOL, don GUSTAVO CARDENAS, para que le informara sobre mis gastos de representación (Se trata de gastos asociados a la actividad de la empresa para establecer relaciones con clientes). Bajé a su oficina un poco sorprendido porque yo no estimaba haber gastado mucho; sin embargo cuando llegué, él estaba mirando el informe sobre gastos de representación de los ejecutivos y me dijo:
-usted no gasta mucho Jimmy, gaste más, recuerde que tiene muchos sitios para hacer relaciones públicas que le permiten un buen trato con clientes y agencias-
Yo solo atiné a decirle:
-tiene usted razón y tomaré en cuenta su sugerencia-.

Otro detalle importante, era el manejo de las relaciones con los ejecutivos. Se hacían reuniones, casi semanales, para tratar los temas de diferente índole, de técnicas, de imágenes, de ventas y, en muchos casos, de informes de tesorería. Recuerdo una reunión donde se trató el tema de cambiar el nombre de las emisoras de la cadena básica, cambiándolos por: CARACOL BOGOTÁ, CARACOL MEDELLIN, CARACOL CALI, ese aspecto se aprobó y además coincidió con que en días anteriores, en una clase en la universidad JAVERIANA, en la que les pedí a los alumnos realizar una encuesta de sintonía de las emisoras en Bogotá y un alumno me dijo:
-profesor, yo hice la encuesta pero me quedó una inquietud, porque la respuesta se divide en dos: ¿Qué emisora escucha? y en el caso de la cadena en la que usted trabaja aparece NUEVO MUNDO, con un porcentaje de sintonía y en la parte de abajo aparece otro renglón que da un porcentaje a CARACOL, yo me hacia la pregunta a quien le doy el total porque para mí eso alteraba un poco la encuesta.
Entonces le dije:
-sí, tiene usted razón, lo que pasa es que ahora estamos tratando el tema del cambio de nombre, unificando las emisoras con el nombre CARACOL.
Con esta idea, que dicho sea de paso, fue del periodista ANTONIO PARDO, aclarábamos la inquietud del alumno y adquiríamos un gran beneficio comercial y radial para la cadena.
Como último detalle, recuerdo que un día, me correspondía la venta de los cupos comerciales para las transmisiones de la vuelta a Colombia y mi destino se alineó para que en poco tiempo vendiera todos los cupos y que incluso me sobraran clientes, ratificando mi conocimiento en la venta radial. Esto me dio la satisfacción, que al salir de CARACOL, dejé los cupos publicitarios llenos y los restantes, poderlos llevar a Todelar, donde retornaría de nuevo.

De todos modos, mi paso por CARACOL fue maravilloso, me dejó bonitas experiencias y confirmé que el medio radial es uno solo, con diferentes formas de manejarlo.
Esta aseveración es cierta, si tomamos el ejemplo de lo que logró el DOCTOR VICTOR JULIO NIÑO, quien al dejar la Vicepresidencia de CARACOL, tuvo la feliz idea, de agrupar a las personas que habían formado parte de esta organización, creando una asociación, cuyo nombre ya tiene historia y prestigio: LA ASOCICION DE EXCARACOLES. ”ASOEXCARGOT”.
Esta asociación ha tenido tanto éxito, que ya algunos miembros no son solo personas que trabajaron con CARACOL, sino que el DOCTOR NIÑO ha permitido el ingreso a aquellos colegas, salidos de otras empresas de radio y televisión, cosa que nos hermana con quienes hemos hecho parte de un gremio de tanta importancia para nuestro país.

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