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  • Foto del escritorJimmy Garcia Camargo

Los cabos sueltos de mi memoria

Actualizado: 3 feb 2021

Rezagos de mi memoria los cuales quiero contar en pequeñas historias alrededor de lo que fue mi vida en mi carrera e incluso de mi vida personal.



Tranquilo que hoy es domingo: La radio me dio la oportunidad de hacer muchas cosas, entre ellas, grabar y producir programas para diferentes cadenas de radio en donde tuve la oportunidad de trabajar. Hice un programa para RADIO CONTINENTAL en Todelar, el cual posteriormente pasó a LA VOZ DE BOGOTA en la misma cadena, se llamaba: “TRANQUILO QUE HOY ES DOMINGO”, este programa estaba basado en una tertulia cultural, con la participación de Médicos, Abogados, Periodistas, Lingüistas, imitadores de voces, poetas, astrónomos, astrólogos e ingenieros, incluso personajes de la farándula entre otros. La idea del programa era sentarse, relajarse y tener diferentes conversaciones como si estuviéramos sentados en la sala de la casa un domingo normal. Este programa duró al aire cinco años y fue de gran acogida por los oyentes de Todelar. Para que sea más sencillo entender como hacíamos cada domingo este programa, les dejo a continuación una grabación hecha en el año 2005.




 


Cuando compré la emisora Nueva Época en Fusagasugá: Nueva Época era una emisora en Fusagasugá, cuyo dueño era el señor Antonio Useche, quien tenía esta emisora afiliada a la cadena Todelar, así fue como supe de ella y por lo cual él me la ofreció. Me llamó la atención la oferta que me hizo y decidí comprársela.


Sin embargo, manejar una emisora de provincia no es nada fácil, sobre todo tener que conseguir anunciantes los cuales son el alma económica de cualquier medio de comunicación. Como el mercado es local, este no da margen de ganancia para sostenerla, pero aún sabiendo esta situación duré dos años con ella. Además yo tenía que administrarla a larga distancia por mi trabajo en Bogotá, por lo cual las entradas económicas de la emisora se basaban en los anuncios de defunciones o los pagos por mensajes, tales como: mensajes en el día de la madre y otros por complacencias musicales. Lo más complicado para mí, era tener que ir todos los fines de semana a la emisora, no importaba que día u hora fuera, si se presentaba algún problema como estar fuera del aire, yo naturalmente debía ir a arreglarlo con el técnico.


Tenía un administrador que no me reportaba algunos pequeños pagos que los oyentes hacían a la emisora, y prácticamente manejarla a distancia se me estaba convirtiendo en un problema que claramente no era bueno ni para mí ni para la emisora, Así que decidí venderla. El administrador que tenia a cargo, me dijo que le interesaba comprarla y que su suegro le prestaría la plata, por lo que se la vendí a él.


Me entrevisté con el suegro y me confirmó lo dicho por su yerno, advirtiendo:


-Yo le pago a plazos semanalmente, además le pagaría los domingos porque entre semana estoy en mi finca y los sábados no puedo venir-.


Efectivamente, me fue pagando poco a poco muy cumplido.


Recuerdo que el yerno y la esposa hacían programas ellos mismos y le estaban poniendo mucho empeño a que la emisora saliera adelante, sin embargo lo triste de esta historia es que él y su esposa perdieron la vida en los altos del Boquerón, lo que obligó al suegro a vender la emisora al notario de Fusagasugá.


Últimamente han vuelto a ponerle el nombre de: ONDAS DEL FUSACATAN que de por sí es muy sonoro y llamativo, dado que Fusacatán, fue el cacique de los indígenas “Sutagaos”, llamados también “Fusagasugaes” y además es un ídolo de la región. La emisora le sirvió mucho al pueblo Fusagasugueño y a la región en general. Recuerdo que transmitimos la inauguración de la empresa de buses AUTO FUSA (sus primeras rutas cubrían los tramos desde Fusa a los pueblos cercanos). También hicimos programas de radioaficionados con la participación del talento regional, de donde salió uno que otro artista con posibilidades de presentarse por fuera del municipio.



 





Cuando dejé de fumar: En mi época era muy común fumar, y lo hice durante muchos años y solo lo dejé el día en que estuve dispuesto a aceptar esa difícil decisión. Recuerdo que recién dejé el cigarrillo, tuve que viajar a Brasil puesto que me habían invitado a una reunión de la UIT, (Unión Internacional de Telecomunicaciones) y estando en un salón donde se llevaba a cabo una conferencia, alguien se acercó a mí, al darme cuenta me quité los audífonos y en ese momento él me dijo:


-En su tierra mataron a Escobar-.


Yo inmediatamente lo corregí:


-A él lo mataron hace ya un tiempo-.


Sin embargo él me aclaró:


-no, al personaje que me refiero es al jugador de fútbol Andrés Escobar.


Esta historia es mi referencia del día en que dejé de fumar, relacionándolo con el año en que fue asesinado el jugador de la Selección Colombia Andrés Escobar; por lo cual hasta el día de hoy llevo veintiséis años sin tocar un solo cigarrillo.



 


Visita de Pablo VI: En el año 1968 vino a Colombia el PAPA Pablo VI y dentro de su agenda papal, inauguró lo que hoy se llama el Barrio Pablo VI en Bogotá, incluso celebró una misa en el “Templete” el cual es símbolo de su visita a Bogotá y en donde se celebraba el Congreso Eucarístico. Además fue al pueblo de Sutatenza y le dio su bendición a los nuevos transmisores de la EMISORA RADIO SUTATENZA.


Con el periodista ALFONSO CASTELLANOS, cubrimos para Todelar esta importante visita. Estando a las Puertas de la Nunciatura Apostólica, esperando a que el Papa saliera, nos parecía que se estaba demorado mucho en salir, en ese momento le dije a Alfonso:


-voy a entrar para ver qué pasa-.


Tomé un pasillo de la Nunciatura y caminé unos cuantos metros, de pronto vi una puerta abierta, me asomé y vi al Papa sentado en una silla y a una persona que lo estaba maquillando; mientras observaba el hecho, de repente sentí que la mano de una persona, muy alta y fornida, me empujaba hacia afuera diciéndome cosas en italiano, por el tono en que me las decía, me daba cuenta que me estaba regañando. Después me enteré que era el Guardaespaldas del Papa: el sacerdote Paul Marcinkus el cual además medía 1.90 metros.



Contábamos con la ayuda de un sacerdote, el cual nos ayudaba a manejar todo lo relacionado con el protocolo; le pegunté el por qué de que lo estuvieran maquillando, y él me dijo:


-no es realmente un maquillaje, están dándole un retoque a su rostro para que se vea siempre igual, como toda la feligresía lo ha visto en los Medios de Comunicación, en los afiches y demás registros donde aparece el Papa-.


Salimos con la caravana y en la visita que el Papa hizo a los transmisores de Radio Sutatenza, yo me apresuré, con los micrófonos de Todelar, para estar cerca; en las puertas donde se iba a dar la bendición, me encontré con el mismo guardaespaldas Paul Marcinkus, el alto y fornido Sacerdote, quien en tono airado me cogió del brazo y me dijo en un español muy regular:


-“CON QUE EL MISMO”-


Y me sacó de nuevo a la brava.


Afortunadamente, el Papa ya había celebrado la bendición de los nuevos trasmisores de Radio Sutatenza, acto que logré trasmitir antes de ser puesto en mi lugar por aquel fornido sacerdote.



 


Responsabilidad Periodística: Otra anécdota de mis inquietudes periodísticas fue cuando se estrelló un avión de la empresa AEREOCONDOR, contra los cerros orientales de Bogotá en el sitio llamado el cable. Esto ocurrió más o menos a las ocho de la mañana y lo recuerdo porque yo terminaba de dictar clase en la Universidad Nacional. Salía a las nueve de la mañana, rumbo a mi oficina en Todelar; como era costumbre y al subirme al carro, encendí el radio y estaban dando la noticia de un avión que se había estrellado. Al llegar a las puertas del garaje de la emisora, el Radio Guía de Todelar estaba saliendo por lo que me dio oportunidad de preguntarle al conductor, por qué iba solo, a lo que me respondió:


-todos los periodistas están en lo del accidente del avión-


En ese momento sentí mis impulsos de periodista y le dije:

-me voy con usted-.


Subimos por el Parque Nacional de Bogotá y llegamos hasta donde la policía lo permitía. Cuando los periodistas me vieron en el Radio Guía, inmediatamente me dieron cambio para entrar al aire. Yo afortunadamente tenía cerca a un señor que me aseguraba haber estado cerca del avión accidentado por lo cual, empecé diciendo:


-tengo conmigo a un testigo presencial del accidente-.


Le “puse” el micrófono y el señor dijo:


-yo vivo cerca del sitio del accidente, pero cuando me acerqué, ya la policía me había ganado y estaban “saqueando” a los pasajeros-.


Inmediatamente le retiré el micrófono y yo mismo me recriminé: cómo es posible que yo cometa el error de entrevistar a una persona que sin ninguna responsabilidad, se atreve a culpar a los policías, cuando es solo un testigo del avión accidentado y no de lo que podía estar pasando en medio de las llamas. Sin embargo, este incidente me sirvió para recalcarles a mis alumnos que el periodista no debe entrevistar a personas desconocidas, que posiblemente no son responsables de lo que dicen.



 

Hablando de aviones: Estando en mi oficina de la gerencia de RCN, y conociendo que los periodistas habían salido para el Aeropuerto a cubrir la noticia de un avión en emergencia por daño en el tren de aterrizaje, busqué en mi radio varias frecuencias de otras emisoras para saber si estaban en la misma tarea, pero como mi radio tenía la capacidad de sintonizar frecuencias de todo tipo, incluso de Radioaficionados, me encontré con la señal de la TORRE DE CONTROL DEL AEROPUERTO.



Cuando la tenía bien sintonizada y me di cuenta que nuestros periodistas no contaban con esta fuente de información, le pedí al departamento técnico que instalara un control remoto en mi oficina y desde allí les dije a los periodistas que me dieran cambio a mí, puesto que yo que oía por mis audífonos todas las órdenes de los controladores aéreos, y tenía la mejor fuente de información. Mis periodistas aterrados se preguntaban pero don Jimmy dónde está. Solo lo vinieron a saber cuando regresaron a la emisora y les conté desde dónde, los estaba “chiviando”.



 

Mis fuentes en periodismo: Otro hecho que da gusto recordar, es que cuando regresé de México, Don Jesús Álvarez Botero, gerente de Nueva Granada, emisora matriz de RCN, me dio el cargo de director de la Programación Nacional. Mi deber era chequear que las emisoras de la cadena en Medellín, Cali, Bucaramanga y el resto de emisoras que formaban la Cadena Básica, estuvieran cumpliendo con todos los compromisos inherentes al cubrimiento y con los compromisos comerciales a nivel nacional.


En cumplimiento de mis obligaciones, llegué un sábado a la emisora Nueva Granada con cierto margen de tiempo para comenzar a preparar el noticiero de la tarde. Es necesario recordar que los sábados para un noticiero es de mayor dificultad sobre todo para encontrar noticias, pues las fuentes salen a disfrutar del fin de semana.



Adelantándome a la labor de los periodistas encargados de esta emisión, llamé a una de mis fuentes, que siempre que me conectaba con él, alguna noticia me daba, este era el Doctor Gilberto Alzate Avendaño, El fue uno de los grandes políticos del Partido Conservador, un gran orador y una magnífica fuente de noticias, a quien llamé directamente a su casa; me contestó la empleada del servicio y cuando le pregunté por el Doctor Álzate, me dijo:


-él está saliendo y ya está en el garaje, voy a decirle a ver si viene al teléfono-.


Cuando el Doctor Álzate me contestó le dije:


Doctor, estoy buscando noticias, y él me dijo:


-mire Jimmy estoy saliendo, pero la mejor noticia que usted pude dar es que LOS POLITICOS, TAMBIEN VAMOS A CINE. Hasta luego-.


Recuerdo que en ese entonces la televisión apenas empezaba en nuestro país, por lo que los teatros eran la principal fuente de entretenimiento y económicamente les estaba yendo muy bien.



 

También estuve en Televisión Nacional: Aunque la radio fue toda mi vida, la televisión también hizo parte de ella, ya fuera en la docencia o en el trabajo en producción, incluso frente a las cámaras; por ello quiero comentar algunos pasajes a este respecto.


En la docencia, recuerdo que el decano de la facultad de Comunicación Social de la Universidad Javeriana, me llamó algún día a su oficina para hacerme un comentario sobre una carta enviada por un ex alumno que había viajado a los Estados Unidos para hacer una especialización en televisión. El decano me leyó la parte que se refería a mi cátedra, en la que decía:


-salúdame al profesor Jimmy García, y cuéntale que llevo dos meses en la especialidad de televisión y no he recibido nada distinto a lo que el profesor, Jimmy, me enseñó-.


Este comentario venía, no solo del alumno, sino de una persona madura y con criterio, ya que en ese momento era sacerdote; su nombre: Monseñor Héctor Gutiérrez Pavón.


Como lo conté en una de mis memorias manejé la parte de producción para televisión de los clientes cuyo presupuesto publicitario era manejado por Propaganda Época y me correspondió, en muchos casos, estar frente a las cámaras ya sea con mensajes publicitarios o como locutor de noticias. Pero tal vez el momento más comprometedor fue cuando la coordinadora de programación de INRAVISION, llegó a mi oficina de La Radio Nacional, que queda en el mismo edificio de la televisión Nacional y con una cara de angustia me dijo:

-Jimmy, vengo a pedirte el favor que narres todo lo relacionado con las honras fúnebres del Doctor ALVARO GOMEZ HURTADO, salimos al aire en dos horas, por el canal nacional-.



La verdad, es que me cogió de sorpresa y no estaba preparado para tal responsabilidad. Pese a ello, me pareció necesario llevar a cabo lo que me pedía la coordinadora de televisión. Inmediatamente llamé a mis asistentes Rubén Darío Acero y Álvaro Echavarría para que formaran parte del equipo de trasmisión y a un periodista del departamento de noticias de la emisora; con ellos investigamos todo lo relacionado con el ilustre político y catedrático que infortunadamente había fallecido en un cobarde atentado contra su vida.


Teníamos el material de apoyo y nuestra experiencia en radio, pero adaptado al lenguaje de la televisión, con esto narrábamos las imágenes que las cámaras de Inravisión iban mostrando a Colombia, de las cuales recuerdo el desfile fúnebre y la gran cantidad de gente que salió a acompañarlo demostrando así lo que valía y representaba este gran político colombiano que en muchas oportunidades unió a mucha gente, sin importar los credos políticos, sino el sano criterio que siempre mostró el Dr. Gómez Hurtado.


Al día siguiente, tuve la oportunidad de recibir un comentario sobre nuestra trasmisión, al llegar al taller mecánico, donde siempre mandaba arreglar el carro, un señor, que no conocía, cuando yo estaba hablando con el mecánico, y tal vez al oír mi voz, me dijo:


-perdone señor, ¿usted fue la persona que informó al país sobre las honras fúnebres del Dr. Álvaro Gómez Hurtado?-


Me sorprendió la pregunta y le dije:


Sí señor, ¿por qué lo dice?-

Me contestó:


-porque lo hizo muy bien, yo seguí toda la trasmisión de televisión y me sentí, como colombiano, no solo conmovido por la muerte de este ilustre compatriota sino con lo que ustedes, y me refiero a sus acompañantes, iban comentando de lo que fue el Dr. Gómez y la forma como muchos capitalinos salieron a despedirlo, con la tristeza de corazón y la rabia con quienes nos quitaron a tan ilustre hombre-.

Le agradecí su comentario, pero lo más importante, para mí, fue la retroalimentación a lo que hicimos porque quien me felicitó, sin ningún compromiso conmigo, me manifestó lo que pudo sentir la audiencia de la televisión nacional.



 


Exceso de confianza: Muchas veces se “peca” por exceso de confianza con quienes se consideran santos o con las personas que son más diablos que ángeles.


Esto lo viví siendo gerente de Todelar. La administradora de Radio Continental, Myriam Castellanos, me comenta sobresaltada, cómo los pagos que estábamos haciendo mensualmente a Diners Club, sobre lo consumido por gastos de representación de un ejecutivo de Todelar, cuyo monto era bastante alto y por ello se “paró” la autorización de seguir usando la tarjeta de Todelar.


Estos pagos no se estaban abonando con los cheques que mensualmente se giraban a Diners, para bajar la deuda y en los informes de Diners no aparecía en forma mensual, que se acreditaran a la cuenta de Todelar. De inmediato pedimos cita con el Departamento de Contabilidad de Diners, para que se nos explicara la razón de no haber continuidad en los pagos para la Tarjeta de Todelar.


Con mucha diligencia el jefe de Contabilidad nos mostró, los registros contables de esos pagos, encontrando que unos se hacían a la tarjeta de Todelar y otros se acreditaban a otra tarjeta. Como supimos que esto sucedía, pues al hacer los pagos, se pone al reverso de los cheques el número de cuenta de la tarjeta a la cual se acredita el pago y en el caso que nos ocupa se hacía de esta manera: unos meses se pagaba al número de la tarjeta de Todelar y al otro mes a la cuenta personal en su tarjeta Diners, de un hombre de confianza de Todelar.


Al final se llamó a este personaje y le demostramos lo que estaba pasando, y lo que el Departamento de Contabilidad de Diners nos mostró con lujo de detalles, él no solo lo aceptó, sino lo tomó en forma displicente y solo nos dijo:


-¿ahora qué piensan hacer?-


Pues, lo demás es dejarlo como algo que nos ilustra sobre el exceso de confianza y sus consecuencias.



 


Personas con buena fe: Eduardo Aponte, ha sido uno de los mejores locutores de noticias, prácticamente como muchos profesionales del micrófono, nació en Todelar. Sus primeros pasos fueron en Radio Cordillera, emisora que como Radio Continental estaba bajo mi gerencia. En alguna oportunidad, Don Jairo Tobón, me pidió que le prestara a Aponte unos días, mientras se cumplían las vacaciones del locutor de planta del Noticiero Todelar. Este hecho fue el detonante para que al poco tiempo, Aponte estuviera leyendo el noticiero en Radio Continental y el Nacional para todo el circuito Todelar de Colombia.


Pero un día, me sorprendió presentándome su renuncia; y cuando lo llamé para que me explicara la razón de esa determinación, su respuesta fue:


-Don Jimmy acepte mi renuncia y después le cuento la razón-.


No valieron los argumentos para que desistiera y me obligó a aceptársela, después me dijo:

-la única razón que me obliga a irme de Todelar es que Caracol me va a pagar mucho más de lo que hoy gano con ustedes-.


Me dio la cifra y solo atiné a decirle:

-lo felicito Eduardo, y con toda esa plata, solo me resta decirle: -¡entonces, lléveme!


Única expresión que sirvió de aceptación a su renuncia.



 

Cuando un candidato a la presidencia de Colombia me convence de no renunciar a Todelar: Estando con Don Jairo Tobón en mi oficina de la Gerencia de Todelar en Bogotá, quien me solicitaba que no renunciara, llegó como una “tromba” el director del noticiero Todelar, Alberto Giraldo, y con su forma especial de hablar le dijo a Jairo Tabón:


-“vitamina” vámonos que nos están esperando para almorzar-.


Él le respondió diciéndole:


-espérate que estoy resolviendo un problemita porque Jimmy se nos quiere ir-.


A lo que acotó Giraldo:


-bueno… pues eso lo podemos seguir tratando en el almuerzo, que Jimmy nos acompañe-.


El almuerzo era con el candidato a la presidencia de la República Doctor Julio César Turbay. Que como un hecho que vale la pena destacar, sin conocerme, solo con lo dicho por Alberto Giraldo, se dedicó a pedirme que no renunciara, con toda clase de argumentos, bueno, no en balde el Doctor Turbay era un político, y como es lógico manejaba las formas de persuadir a quienes él estimaba eran parte de su campaña política. No recuerdo si VOTÉ por él.



 


La supuesta competencia de la Academia Arco: Estando en la oficina de Gerencia de la Academia Arco, me llegaron con el cuento de que el Gobierno Nacional había decidido que la carrera de locutor se manejara en el SENA. Esto de por si me desconcertó y comencé a pensar qué puerta puedo tocar en el gobierno para que me confirmen esta noticia.


Mi subconsciente me recordó que yo tenía una amistad de vieja data con el presidente de la República, Doctor Belisario Betancur, y le pedí a mi secretaria que me llamara a la Presidencia y pidiera comunicación con el señor presidente, como cualquier ciudadano.


Mi secretaria me dijo:


-Don Jimmy está comunicado con la presidencia-.


Tomé el teléfono y esperé que alguien me hablara, hasta que una voz me dijo:


-¿qué te pasa Jimmy?-


Sentí un dolor en la boca del estómago y pensé que alguien me estaba tomando el pelo, cosa que notó la persona al otro lado del teléfono y me dijo:


-tranquilo hablas con Belisario, cuéntame el motivo de tu llamada-.


Le conté lo que se decía sobre la carrera del locutor y él me contestó:


-Te espero mañana a las nueve de la mañana porque después tengo consejo de Ministros-.


Cuando llegué a Palacio y subí a las oficinas de presidencia, me estaba esperando el Jefe de información y Prensa de la presidencia, Fernando Barrero quien me dijo:


-el presidente me pidió que te recibiera-.


Cuando comencé a comentarle, salió el presidente y en forma rápida dada la premura que tenía por su consejo de Ministros, me dijo:


-Jimmy cuéntale a Fernando-.


Le pidió igualmente a Fernando que me consiguiera una cita con el Director del SENA, y muy cordialmente se despidió de mí.


Nos fuimos a la oficina de prensa y al estarle contando a Fernando el motivo de mi visita, la secretaria, entró y le dijo:


-Don Fernando está comunicado con el Director del SENA-.


Él le pidió que me diera una cita y el Director le manifestó que podía recibirme en el lapso de mi llegada a sus oficinas. Con esa respuesta del Director, me fui de inmediato para el SENA y le conté lo que me habían dicho sobre la intención del gobierno de encargar al SENA, la carrera del Locutor. De inmediato el Director me dijo:


-es la primera vez que oigo esa noticia-


Mientras llamaba al jefe de Jurídica, quien al llegar, se enteró de lo que yo le había dicho. El jefe de Jurídica dijo:


-esa es otra de las formas de “mal informar” a la gente-.


Y agregó:


-Yo tengo entendido que hay instituciones que tienen la carrera del locutor, precisamente en estos días vi un anuncio en televisión de una academia que se llama Arco-.


Yo me quedé callado, pero feliz de que mis comerciales de Arco tuvieran esa recordación.


Vale la pena comentar la razón por la cual me conocía con el Doctor Belisario. Cuando yo estaba de Director de LA VOZ DE COLOMBIA, él en algunas tardes pasaba por la emisora, que era del partido conservador, y se sentaba en mi oficina, donde muchas veces teníamos largas charlas, mientras él esperaba a su hermano que manejaba un noticiero en la emisora. Siempre fue una persona culta, sencilla y un gran amigo con quien se podía compartir por largas horas.



 

Me volví experto en encontrar nuevas instalaciones para emisoras de radio: Así como tuve la oportunidad de adquirir el edificio para la TORRE SONORA de RCN, recuerdo que también lo hice en Todelar. Cuando le comentaba a Don Bernardo Tobón, de lo poco funcional y un tanto arcaicas que eran las instalaciones que teníamos en la calle 48, recibí de su parte la autorización de buscar nuevas alternativas para el cambio de sede.


Me puse en esta tarea y con el apoyo del Doctor Guillermo Escobar (Gerente del Departamento técnico) quien diligentemente acogió la idea, nos pusimos con mentalidad futurista a buscar mejores alternativas.

La idea era encontrar un lugar de fácil acceso, amplio y con facilidades de adecuación de nuestras emisoras. Fueron varias las alternativas que se presentaron y que se acercaban a nuestras necesidades; pero un día entró, a mi oficina un periodista del Noticiero Todelar y me dijo:


-Don Jimmy he oído que están buscando un sitio para trasladar las emisoras de la calle 48 y creo que le tengo un posible lugar. Yo vivo en un Aparta hotel, donde los que no tenemos familiares en Bogotá, tomamos un apartamento por meses. Este edificio tiene varios apartamentos, no son muy grandes, pero sí lo suficientemente amplios pues brindan todas las comodidades individuales necesarias para que viva una persona-.


Me llamó la atención y le pregunté, dónde quedaba ese edificio, lo que hizo que me ampliara los detalles.



Con esos datos que realmente me gustaron, hablé con el Doctor Escobar y nos fuimos a conocer, primero el sitio, que de entrada nos pareció maravilloso, quedaba sobre la Autopista norte en Bogotá, a tres cuadras del MONUMENTO A LOS HEROES. Hoy la dirección exacta es AK 20 No 83-64. Con esa primera impresión llamé al teléfono que me había dado el periodista y hablé con la señora, que según él era una de las dueñas y ella me confirmó que estaban pensando en vender el edificio y me autorizó para ir a conocerlo. El edificio lo forman dos torres, separadas entre sí.


Con los conocimientos del Doctor Escobar en materia de la técnica radial, él comenzó a decirme:


-mire don Jimmy, me gusta esta separación de los dos bloques, porque si hacemos el negocio, las Emisoras las instalamos en el bloque del fondo para insonorizar todo lo concerniente a los estudios de Audio; las oficinas de Gerencia y administración en el bloque que da sobre la Autopista-.


Con estos conceptos comenzamos a buscar el acercamiento con las dueñas para establecer las fórmulas de compra.


Logramos nuestra primera reunión con dos de las dueñas y el esposo de una de ellas, la tercera dueña, nunca se hizo presente personalmente, pero siempre fue como el “Abogado del Diablo”, porque por intermedio de sus otras hermanas nos cambiaba las reglas del juego, le subía el precio o cambiaba las fórmulas de entrega del edificio. La verdad estos acuerdos para realizar el negocio fueron un poco difíciles porque las hermanas no se ponían de acuerdo, pero era tanto nuestro interés en comprarlo, que manejamos la situación con prudencia.


Lo más importante: todo lo que hacíamos, se lo comunicábamos a Don Bernardo, es más realizamos unos audiovisuales de todos los detalles del edificio, su ubicación y lo que serían las instalaciones técnicas y administrativas con lujo de detalles, hasta el punto que le comuniqué a Don Bernardo, que el Gerente del Banco de Occidente, donde teníamos las cuentas de Todelar Bogotá, me llamó para ofrecerme el préstamo que estimáramos necesario para la compra del edificio, a lo que me contestó Don Bernardo:


-Jimmy agradécele al Gerente su oferta pero por ahora no la estimamos necesaria, y en cuanto a los pagos a las señoras de que me has hablado ya te estoy enviando la plata para que tú lo manejes con ellas-.


Así he resumido lo que fue una buena compra para Todelar Bogotá, logrando un cambio sustancial de lo que llamábamos la 48 a lo que hoy tiene como mejor vitrina, con las mejores instalaciones para TODELAR BOGOTA.


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