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  • Foto del escritorJimmy Garcia Camargo

Ser Gerente de emisoras de radio

Manejar desde la gerencia una emisora o cadena radial no es un trabajo sencillo. Hay que tener en cuenta bastantes puntos importantes que son el pilar fundamental de este medio de comunicación.



Durante el proceso, va creciendo la expectativa de sus dueños, dado que la competencia cada vez era más grande y se hacía necesario desarrollar una serie de procedimientos que con el tiempo, fui perfeccionando y de los cuales hablaré a continuación:


La Sintonía: Es uno de los temas más importantes de una emisora o cualquier medio de comunicación. Este frente suele poner en tela de juicio la labor del gerente porque depende mucho de la calidad de sonido, del cubrimiento y de su programación. La sintonía se mide en la mayoría de los casos, por medio de una encuesta “Survey”. Con ella se hace una investigación y conteo del número de oyentes. La investigación siempre está a cargo de una empresa alterna, que con base en una serie de preguntas, establecen la sintonía de una emisora. Procedimiento que en muchas ocasiones me ayudó a tomar decisiones en pro de una mejor sintonía.





Manejo de Personal: Aunque son muchos y muy variados los problemas que enfrenta un gerente con sus dirigidos, hay quienes aprovechan la fama y el interés personal que tienen, para exigir un trato especial. Recuerdo el caso de un gran locutor, que cada año, con dos meses de anterioridad a una vuelta a Colombia, amenazaba con irse a trabajar con la competencia, si no se le aumentaba el sueldo; y en repetidas ocasiones, tuve que ceder ante su petición puesto que era una figura en la narración deportiva que atraía una sintonía considerable a la emisora. Sin embargo, llegó el día en que el presidente de la cadena, al igual que yo, se aburrió con la situación y llegamos al acuerdo de no aceptarle más la solicitud de aumento de sueldo; y como consecuencia, le tocó continuar haciendo las narraciones con nosotros y conservar el mismo sueldo, sin poder cumplir su promesa de irse para otra emisora, lo que me dio a entender que estábamos haciendo el trabajo correcto dado que todas las cadenas estaban manejando un presupuesto parecido.


En algunas ocasiones no teníamos el personal suficiente para cubrir labores que los trabajadores incumplían, sin ninguna causa que lo justificara; por lo que yo como gerente de radio, tenía que reemplazar estas actividades, para continuar con el buen funcionamiento de la emisora. Sin embargo estas labores me daban aun más experiencia en el campo y en ocasiones se volvían muy satisfactorias, puesto que me acercaban mas a la comunidad radial.


Recuerdo una anécdota interesante con una empleada que quería que se le nombrara periodista, siendo secretaria y sin tener una forma de demostrar capacidades periodísticas que le ayudaran a tenerla en cuenta para este cargo. Esto a todas luces no se puede aceptar porque guardadas las proporciones hay que respetar lo que hace cada empleado y a lo que puede aspirar de acuerdo con su preparación y conocimiento.


Sin embargo, no contenta con la negativa a su aspiración, me denunció ante CONTROL INTERNO con argumentos falsos sobre mi trato hacia ella, haciendo alusión a una actitud irrespetuosa de mi parte. Pero al ser escuchadas las partes involucradas, se determinó que la aseveración era ilógica y el caso fue archivado por tratarse de una falsedad.


La mayoría del tiempo en el que fui gerente de emisoras, la relación con el personal fue muy satisfactoria y hasta el día de hoy son bastantes personas las que me llaman y me escriben, agradecidas por haber trabajado conmigo. Prueba de ello, es el trofeo que me fue entregado a mi salida de la Radio Nacional, donde todos los empleados por iniciativa propia, escribieron sus nombres en una placa, agradeciéndome el haber sido su jefe por tanto tiempo.





El Sindicato: En algunas organizaciones radiales opera el método del sindicato, que aunque tiene cosas a su favor, otras son las que ponen al gerente en situaciones difíciles, porque sus exigencias se salen del ordenamiento técnico, presupuestal y de programación. Llegan a ser tan absurdas estas peticiones, que desbordan cualquier análisis empresarial y que además llevan a largas discusiones sin sentido; pero son las que el sindicato busca, para desestabilizar la empresa y a sus directivos. Con el tiempo logran algunos objetivos, dada la presión constante que ejercen, pero que en definitiva es la manera como los trabajadores quieren imponer su poder como sindicato, que aunque no los lleva a ninguna finalidad, disfrutan el hecho de hacer uso de este poder.


Recuerdo que estando en la Radio Nacional, mi nombre estaba dentro de las arengas del sindicato, cada vez que protestaban por alguna razón que incluso no tenía nada que ver con la organización radial de INRAVISION. Sin embargo me gritaban “Abajo Jimmy García” a las afueras de mi oficina, para instigar el conflicto y que supongo yo, era también una forma de ponerme en tela de juicio y así poder interceder ante ellos.


Al final del día entró a mi oficina el presidente del sindicato al cual le pregunté, por qué estaban gritando “Abajo Jimmy García” si el conflicto no tenía nada que ver con la Radio Nacional, él me contesta de manera muy despreocupada:

-Don Jimmy, en estos casos hay que gritarle “Abajo” a todos los directivos. Pero no se preocupe-.


Aunque en el momento la situación puede ser bastante agobiante, estos acontecimientos se quedan solo en la experiencia de manejar un sindicato radial.





La Tecnología: Otro aspecto bastante importante en una emisora, es la calidad de sonido. Hoy en día los oyentes tienen mucho de donde escoger y lógicamente buscan un sonido excelente para poder escuchar mejor su programa favorito. Sin embargo los técnicos suelen tener “la sartén por el mango” en este aspecto, porque utilizan un vocabulario técnico al instalar y manejar los equipos de radio, con el fin de entenderse entre ellos y en algunos casos tratar de confundir a los directivos de la emisora; si el gerente no se ha preocupado por conocer parte de ese lenguaje, es fácil engañar. Yo en la mayoría de los casos intentaba estar al frente de toda la parte técnica de la emisora, conociendo a los operadores y a los técnicos, para poder aprender todos estos aspectos que en el futuro me serian muy útiles para hablar con propiedad y conocimiento, asegurando una mejor calidad de sonido.


Recuerdo otra historia interesante, estando en la Radio Nacional. En el municipio del Rosal en Cundinamarca, se alojan los transmisores de AM junto a una gran antena tubular (se le llama así por su forma de tubo largo), la cual debe tener los colores distintivos que son regulados por la Aeronáutica Civil de Colombia, con el fin de evitar que los aviones choquen con ella.


Estando un día en mi oficina, una persona entra y me dice:


-Don Jimmy, si quiere yo le pinto la antena-


Asombrado, pensé que sería muy buena la idea, si este personaje tiene la capacidad de pintarla, dado que la antena mide más o menos unos veinte metros de alto y un diámetro aproximado de cuatro metros y además con un peso bastante considerable. Sin embargo, como yo ya poseía el lenguaje y conocimiento técnico de este tipo de equipos, tenía mis dudas con el hecho de que pudiera realizar tan complicada hazaña, por lo que a forma de broma le dije:


-Usted si es capaz de pintar ese tipo de antena-


A lo que él me respondió:


-Sí, pero si me la baja-


Solté la carcajada y después pensé que efectivamente este hombre no tenía ni idea de este tipo de equipos radiales y que sin conocimiento previo, se ofreció a hacer un trabajo que ni siquiera él sabía cómo hacerlo.



La venta de espacios publicitarios: Este es un aspecto que merece un capítulo aparte ya que es “la vida económica” de una emisora o cadena radial. La venta de los espacios publicitarios depende de muchos factores: el horario de transmisión, el cual lo determina la investigación de sintonía “Survey”; la calidad del sonido de la emisora, el cual atrae bastante a los anunciadores; y el cubrimiento local o nacional.

Los horarios de mayor o menor audiencia se dividen en: tiempos A, B y C; el tipo de programa ya sea noticioso, musical, de contenido cultural o social; y la duración del mensaje publicitario (5”, expectativa; 30” lanzamiento; 15” mantenimiento).


Algunas emisoras y cadenas tienen su departamento de ventas, con personal especializado en el manejo directo del cliente o manejo de las agencias de publicidad, todo esto con la dirección del gerente que es el responsable de este factor vital.


En esta área, yo desde que era joven, fui adquiriendo una gran experiencia, puesto que desde el principio de mi carrera me había dedicado a la publicidad y al mercadeo en Propaganda Época, luego pasé a ser gerente de ventas en Todelar y además tuve una innumerable cantidad de contactos, con presidentes de compañías anunciadoras, lo que me daba una gran ventaja al momento de promocionar estos espacios, ya que conocía todo el proceso, desde la realización del comercial hasta su consecuente transmisión en la emisora.


Algunas emisoras y cadenas venden sus espacios a empresarios particulares, los cuales a su vez, hacen el negocio del la venta del espacio directamente con el anunciante. Lógicamente estos empresarios pagan por adelantado estos espacios a unas tarifas mucho más baratas, para luego ser vendidos a precios más altos, lo cual crea una inevitable competencia con las tarifas oficiales de la emisora y además afecta los descuentos.


Este tipo de negocios en ocasiones, están por fuera de la ética y la seriedad de un medio radial, por lo que se hace indispensable en una emisora, tener una persona idónea para manejar un cliente directo y así entregarle la mayor información verídica posible al momento de vender el espacio.




La venta de espacios para eventos especiales: esta venta se maneja de manera diferente, dado que se buscan patrocinadores que tengan relación con la idea del evento; y se tienen en cuenta la duración y el personal que participa en él. Para ello se establecen unos CUPOS, los cuales son determinados por la duración del evento, la importancia del mismo y la sintonía de una audiencia que puede ser popular o especial. Cumpliéndose este escenario, casi siempre se divide el espacio en cuatro cupos, con un número determinado de comerciales por cupo. Los anuncios deben tener un estricto cumplimiento para responderle a los patrocinadores, para lo cual se designa a un personal idóneo, que lleve el conteo de las cuñas de cada patrocinador y así poder cumplir con lo establecido por las partes.


Recuerdo un hecho singular en una vuelta a Colombia; uno de los encargados de llevar el conteo de los comerciales, al terminar una etapa llegó a mi oficina y me dijo:


-¿por qué me aparecen cinco cupos, cuando usted me dijo que eran cuatro cupos?


Le dije:


-sí señor, son cuatro cupos-.


Me dijo:


-Señor, entonces por qué hay un quinto anuncio en la vuelta a Colombia en donde el locutor deportivo está anunciando el producto de Alberto Vo5-

Esta afirmación fue una gran sorpresa para mí, puesto que en ningún momento habíamos oído algún anuncio específico para el cliente Alberto Vo5 (la marca de una empresa de ropa). Al oír la trasmisión del evento, nos dimos cuenta, que el locutor estaba promocionando la marca de manera audaz jugando con las palabras del propio nombre del anunciante y confundiendo las frases diciendo:


-en este momento de la competencia, en la punta VEO CINCO… ciclistas-.


Inmediatamente llamamos a los locutores que cubrían el evento y se les advirtió que este tipo de anuncios con juego de palabras no estaban permitidos por la emisora. Pero después de mucho tiempo me ha parecido un juego de palabras muy interesante que ayudó sin estar permitido a que el anunciante vendiera la marca sin anunciar directamente el producto. Hoy en día este tipo de publicidad que al principio no era pagada es bastante utilizada por los principales medios de comunicación, los cuales están cobrando el espacio para este tipo de anuncios.



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